La productividad laboral aumentaría 15% en espacios con condiciones higiénicas óptimas
Limpiar, botar la basura, lavar y dejar ordenado, son tareas que se asocian a lo doméstico. Esto porque las personas se preocupan constantemente que su hogar tenga un ambiente, saludable, higiénico y acogedor.
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Sin embargo, la mayor cantidad de tiempo no lo pasamos en casa, por lo menos de lunes a viernes, estamos más en el trabajo. Por ello, es importante, para nuestra salud y calidad de vida, que este lugar se encuentre limpio y ordenado, de esta forma se trabajará más relajado y se conseguirá un mejor desempeño laboral.
Está comprobado que en un ambiente de trabajo donde existen condiciones higiénicas óptimas, la productividad aumenta hasta casi un 15% en comparación a un espacio laboral que esté desordenado y sucio.
A lo anterior se suma que, según un informe de Prevención de Riesgos en Servicios de Limpieza de la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), mantener la limpieza en el lugar de trabajo, además de ser un factor importante para el funcionamiento de las empresas, favorece la prevención de accidentes. No obstante, dicha actividad también implica riesgos para el personal que la realice, por lo que resulta clave contar con funcionarios capacitados previamente.
Horacio Miñano, Director de Personas y Cultura de ISS Chile, -empresa líder en prestación de servicios de limpieza- asegura que sus colaboradores están previamente instruidos en cómo conseguir un ambiente limpio y sin accidentes: "Los funcionarios de ISS, al segundo día de ser contratados, tienen una capacitación en donde se les enseña cómo adecuarse a las exigencias y horarios de cada cliente. Lo que además de mejorar el ambiente laboral, genera una optimización de tiempo para los colaboradores, los que podrán dedicarse única y exclusivamente a sus tareas".
El empleador es el encargado de contratar este tipo de servicios, que permita mantener ordenada una oficina, así lo declara el Reglamento sobre Condiciones Sanitarias y Ambientales Básicas en los Lugares de Trabajo del Ministerio de Salud. Sin embargo, además de la limpieza, existen formas de cómo organizar nuestro espacio y conseguir una mayor productividad y calidad de vida. Aquí te dejamos tres simples acciones:
1. Botar lo que ya no se utiliza: Botellas de plástico, papeles y objetos que ya no son útiles deben ser reciclados o desechados. Si bien hay una persona que se dedica a limpiar, ella no tiene conocimiento de qué podría ser considerado basura por nosotros.
2. Organizar el espacio: Darle un lugar a cada objeto. Además de ahorrar tiempo ayudará a que nuestro lugar de trabajo tenga un mejor aspecto, lo que inconscientemente mejorará nuestro estado de ánimo.
3. Tener archivadores: Es usual que cuando uno necesita encontrar algo no aparece, por lo mismo, tener carpetas donde se archiven documentos según proyectos o tipo de trabajo, facilitará la tarea y conseguirá evitar malos ratos en momentos de estrés.
FUENTE: El Economista América